la historia del país



“En estos años tuvimos jornadas en las que no dormimos más de tres o cuatro horas y, al hacer una retrospectiva, no sé cómo hicimos para llegar a tantos lugares, porque si uno mira en el mapa los recorridos, fueron cientos de kilómetros los que se avanzaron en lancha, carro, mula o a pie”.


“Para mirar hacia el futuro de los pueblos y municipios que han sufrido los embates de la violencia, se debe conocer mejor su pasado. No solo saber que existen en los mapas; sino hacerles ver a sus pobladores que desde el Estado valoramos y entendemos su realidad”.



“Son demasiados los recuerdos que tengo de estos años. Miles de personas, de rostros, de lugares que fueron conocidos. Momentos de amabilidad y cariño, de rabias y trabajo por hacer ante casos de corrupción que duelen más cuando los afectados son quienes viven del día a día”.




“Entre La Playa y Hacarí también nos detuvimos a ver el paisaje, los cultivos de tomate, fríjol o maíz y por eso repetí mi mensaje de que el Catatumbo no es solo coca, sus habitantes no pueden ser estigmatizados como cultivadores y raspachines explotados por los narcotraficantes”.